Cultivo del Tomate

Aprende a cultivar tomates desde la siembra, el crecimiento y la cosecha en esta pequeña guía:

Cultivar tomates es una tarea divertida y gratificante, que da como resultado tomates frescos y nutritivos que saben mejor que cualquier cosa que puedas comprar en las tiendas.

Los tomates son fáciles de cultivar y saben mejor cuando se cultivan a pleno sol. Hay muchísimas variedades de tomates cada uno con su propia forma, sabor y uso culinario.

Cómo cultivar tomates en casa

Para cultivar tomates con éxito, necesitas un suelo rico y fértil o un abono para macetas sin turba, y un buen lugar soleado y protegido.

Riega regularmente y alimenta una vez a la semana con un abono rico en potasio una vez que las plantas empiecen a florecer.

Los tomates se dividen en dos tipos principales de cultivo:

En mata: Los tomates en mata suelen plantarse en macetas o cestas colgantes y sus tallos se extienden por el borde.

En cordón: Los tomates en cordón se plantan para que crezcan a gran altura y se sostienen con una caña o estaca.

Si cultivas tomates en cordón, necesitarás un apoyo, como una caña de bambú, para sostener la planta, y tendrás que pellizcar los brotes laterales para que la planta siga fructificando en el tallo central. No es necesario clavar un la caña para las variedades de tomate de arbusto.

Si eres un jardinero novato, es una buena idea cultivar tomates de arbusto, ya que no necesitas utilizar una caña o pellizcar las puntas.

Cómo cultivar tomates a partir de semillas

Los tomates se pueden comprar ya germinadas, pero si quieres probar algunas de las variedades más inusuales, merece la pena cultivar tomates a partir de semillas.

Empieza a sembrar a finales de enero hasta finales de marzo. Siembra las semillas en macetas de 7,5 cm de compost húmedo, cubre con una fina capa de vermiculita, riega y cubre con film transparente. Colóquelas en un alféizar cálido y luminoso.

Cuando las semillas hayan germinado, retira el film transparent y mantén el compost húmedo.

Trasplanta las plántulas cuando alcancen unos 2-3 cm de altura a macetas de 5 cm llenas de compost multiuso húmedo.

Vuelve a colocarlos en el alféizar. Sigue trasplantando según sea necesario. Sujeta los tallos atándolos a un palito con un hilo suave.

Cultivar tomates en el exterior

Traslada tus tomates al exterior a mediados de mayo. Elige un lugar soleado y resguardado, donde puedas plantarlos en un arriate (en un suelo al que se le haya añadido abundante abono de jardín bien descompuesto), o en macetas de 30 cm, o pon dos o tres plantas en una bolsa de cultivo.

Si cultiva tomates en un invernadero, intente hacerlo junto a la albahaca, que crece en las mismas condiciones.

Cultivar tomates en un invernadero

Cultivar tomates en un invernadero es muy parecido a hacerlo en el exterior, con la salvedad de que la temporada de cultivo es más larga.

Tendrás que dar sombra a tus plantas para evitar el calor excesivo, que podría causar que la piel se endurezca, maduren con manchas y, si te olvidas de regar con regularidad, flor escasa. Así que coloca unas persianas o cuelga una tela o sombrilla.

Cuidar las tomateras

Los tomates de cordón que crecen a gran altura necesitarán ser pinzados (eliminando los brotes laterales) y entutorados (atando las plantas a las cañas con un hilo suave).

Cuando empiecen a aparecer los primeros frutos diminutos, quita las hojas de debajo para que la luz y el aire lleguen mejor. Cuando haya cuatro racimos de flores, pellizca la punta de la planta.

Una vez que aparezcan las flores, abona tus plantas semanalmente con abono líquido para tomates.

Mantén las tomateras bien regadas porque el riego irregular hace que los frutos se partan o aparezcan manchas negras y duras, lo que se conoce como podredumbre de la flor. Esto se debe a la falta de calcio, que se encuentra en el agua.

En el caso de los tomates de arbusto, que tienen un hábito de crecimiento, puedes dejar que se las arreglen. Si los tomatitos están ocultos bajo las hojas, aclara un poco el follaje para que el sol los haga madurar. Apoya los racimos pesados sobre macetas volcadas para evitar que sus tallos se rompan.

Cosechando los tomates

Deja los tomates en las plantas para que maduren de forma natural, lo que mejora mucho su sabor.

Hacia el final de la temporada, poda las hojas más viejas para que entre más luz y evitar que se instale el hongo del moho gris.

Si el tiempo se vuelve frío, recoge los racimos para que maduren en el interior.

Almacenamiento de los tomates

Los tomates se comen mejor directamente de la tomatera, cuando todavía están calientes por el sol. No se congelan bien, pero se pueden guardar durante una semana aproximadamente a temperatura ambiente. Evite guardar los tomates en el frigorífico siempre que sea posible, ya que esto les dará una textura harinosa.

Solución de problemas

La mosca blanca puede ser un problema para los tomates que crecen en invernaderos, y el tizón del tomate puede afectar a las plantas que crecen en el exterior, especialmente en veranos cálidos y húmedos. La podredumbre de la flor puede estar causada por la falta de calcio, y la rotura de los frutos puede ser el resultado de un riego errático.

Libros para aprender a cultivar tus propios Tomates​

Si quieres aprender a cultivar tus tomates, puedes empezar por la lectura de alguno de estos libros:

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